Buenas noches
La vida continúa implacable, incansable. Les vengo a contar historias. El otro día fuí a La Laguna, empecé otra carrera en la UNED, Historia del Arte, pero eso no es noticia. Llegué de noche, cuando salí de la universidad, pasé por La Plaza de la Junta Suprema de Canarias. Está llena de luces, de casas mágicas muy bonitas. Me senté observando.
Mucha gente se paraba para sacarse fotos, muecas graciosas, selfies, etc. En otro banco, no muy lejos, un hombre delgado y alto hablaba con dos niños pequeños. Eran sus hijos, se parecían un poco. Uno era pequeño, apenas tres años, la otra era una niña, con un poco más de edad. El padre les daba unas chuches. Estaban contentos, aunque su padre dibujaba una sonrisa en su rostro, sus ojos mostraban tristeza.
El pequeño miraba la casa de luces, la gente no paraba de entrar y salir de ella. Los ojos del niño brillaban con mil colores. Con la chuche en la boca, miraba la casa y saludaba con su mano. Su padre hablaba con él, le decía que esperara, que pronto se sacarían juntos la foto en la casa. El niño asentía con la cabeza y seguía mirando la casa sonriendo.
La niña no paraba de hablar con su padre. Él, paciente, la escuchaba sin quitarle la vista al pequeño. Ahora la casa de luz estaba vacía, el niño miraba a su padre y asentía con la cabeza. Su mirada volvía a la casa, era como si alguien lo llamara. ¡Yo no vi a nadie! El niño empezó a caminar hacia la puerta, el padre se levantó llamándolo, pero él pequeño no hacía caso y entró corriendo en la casa de luz. Su padre lo siguió deprisa. Su hermana esperó fuera. El padre gritaba su nombre, estaba nervioso, asustado.
¡Yo no entendía nada! La casa solo tiene una entrada. No podía estar en otro lugar. El padre salió de la casa gritando. La niña, frente a la única puerta, llamó a su padre, mientras señalaba hacia el interior de la casa. Padre e hija entraron con prisa..
La gente seguía acercándose para sacarse fotos. Yo no entendía nada, ¿dónde estaba la familia? Me levanté y miré dentro de la casa, no había nada. Unos días más tarde, salió una foto del hombre flaco con sus hijos en las noticias. Según la madre de los niños, lo denunciaba por secuestro. Yo sabía la verdad, la casa mágica de luz se los llevó.
Teneca